BELLUR KRISHNAMACHAR SUNDARARAJA IYENGAR (B.K.S. IYENGAR).

Nació el 14 de diciembre de 1918. Nació con serios problemas de salud, entre otros tuberculosis, pero gracias al yoga pudo superarlos.

A la edad de 16 años, se inició en la práctica de Astanga Yoga con su Maestro el gran yogui T. Krishnamacharya, que residía en Mysore y era el marido de su hermana mayor.

Estuvo al lado de su maestro durante 2 años y luego, con 18 años, fue enviado a Pune para enseñar yoga.

Durante esta época practicaba durante muchas horas al día. Para él, su cuerpo era su templo y sus asanas sus oraciones.

En al año 1947, comenzó a tratar, a través de la práctica del yoga, a personas con enfermedades.

Durante su práctica para perfeccionarse en el asana comenzó a utilizar muebles y objetos de casa que después fue rediseñando con el fin de convertirlos en soportes para permitir que el yoga fuera accesible a todo el mundo.

En 1952, enseñó yoga a Yehudi Menuhin y en 1956, a la reina de Bélgica. En 1975, inauguró el Ramamani Iyengar Memorial Yoga Institute en Pune, India, en memoria de su esposa. Actualmente, lo dirigen su hijo Prashant S. Iyengar y su nieta, Abhijata Iyengar.

En 1981, publicó el libro «Luz sobre el pranayama» y en 1993, «Luz sobre los Yoga Sutras de Patañjali».

Los alumnos de B.K.S. Iyengar, en admiración por la contribución que hizo al yoga, comenzaron a llamar al yoga que él enseñaba Yoga Iyengar.

Transcendió el 20 de agosto de 2014, a la edad de los 96 años.

BKS Iyengar, cariñosamente llamado Guruji, está considerado como el máximo exponente del yoga contemporáneo.

Dedicó toda su vida a la práctica y la pedagogía del yoga y destaca por haber definido con total precisión la acción y la dirección de cada una de las partes del cuerpo en las posturas del yoga (asanas) y las técnicas de respiración (pranayama).

La genialidad de este hombre, que fue considerado por la revista TIME una de las cien personas más influyentes del siglo XX, es que todo lo que ha aportado al yoga lo ha generado desde su propia experiencia y sus vivencias.

BKS Iyengar hablaba del yoga como un camino en el que la experiencia espiritual y la práctica física van de la mano y no pueden existir una sin la otra.

 

«… Muchas personas que no se han adentrado en las profundidades del yoga creen que el camino espiritual hacia la realización del ser es simplemente una disciplina física y que la práctica del yoga no es más que una especie de gimnasia. El yoga, sin embargo, no es solo físico. Es celular, mental, intelectual y espiritual, implica a la persona en su totalidad…».

 

BKS Iyengar.